La Unión Europea impondrá aranceles de hasta 37,6 por ciento a partir del 5 de julio a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China, aumentando la tensión comercial entre Pekín y Bruselas.
Aunque, existe un plazo de cuatro meses en el que los aranceles serán provisionales y se espera que sigan las conversaciones entre ambas regiones.
Los aranceles que estarán entre el 17,4 y 37,6 por ciento sin retroactividad, buscan evitar lo que Ursula von der Leyen, califica como amenaza de una avalancha de vehículos eléctricos baratos subvencionados por el Estado.
Pekín advirtió que tomaría las medidas necesarias para salvaguardar sus intereses, entre las medidas que podrían tomar, figuran aranceles en represalia sobre las exportaciones de productos enviados por los países pertenecientes a la Unión Europea a los puertos chinos.
La Comisión Europea calcula que la cuota de las marcas chinas en el mercado creció un 8 por ciento desde menos del 1 por ciento observado en 2019 y podría superar un 15 por ciento para 2025.
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