Los precios al consumidor siguen sin cambios en julio por la fuerte caída en el costo de la gasolina, brindando señales notables de alivio para los estadounidenses que vieron subir los costos en los últimos dos años.
El Índice de Precios al Consumidor sigue siendo estable en julio tras avanzar 1,3% en junio, informó el Departamento de Trabajo en el reporte que le podría permitir a la Reserva Federal bajar el tamaño de los aumentos de tasas en septiembre.
La cifra es la mayor desaceleración mensual de los aumentos de precios desde 1973 y sigue a la caída cercana del 20% en el costo de la gasolina. Los precios en las gasolineras se dispararon en los primeros seis meses del año por la guerra en Ucrania, alcanzando los 5 dólares por galón.
Los precios al consumidor subieron por varios factores, incluidas las cadenas de suministro que presentan fuertes obstáculos, el estímulo masivo generado por la pandemia y la invasión de Ucrania.
Los alimentos se mantuvieron elevado en julio, creciendo 1,1 %, después de subir 1,0% en junio. En los últimos 12 meses esta cifra subió al 8,5%. Las presiones inflacionarias, que excluyen componentes volátiles, también mostraron brotes verdes.
La inflación en los alquileres para residencias principales, aumentó al mismo ritmo que en junio. Los costos de vivienda cerca de 40% en la medida básica del IPC.
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