El gobierno de Nicolás Maduro y la oposición reanudarán el viernes 25 de noviembre en México las negociaciones sobre la crisis del país, tras 15 meses de interrupción que oxigenaron al partido de gobierno.
La oposición insistirá en pedir un cronograma electoral «libre», para 2024, tras acusar a Maduro de conseguir su reelección de forma fraudulenta en 2018, mientras el gobernante pide levantar sanciones impuestas por Estados Unidos.
La crisis energética desatada con la incursión militar de Rusia en Ucrania elevó el atractivo del petróleo venezolano para Estados Unidos, mientras que la región experimenta un viraje político a la izquierda.
El reinicio de las negociaciones anunciadas por el presidente colombiano, Gustavo Petro, sugiere que la ronda se extenderá hasta el sábado. En el que tienen previsto firmar un primer acuerdo sobre aspectos sociales, pero no existe consenso en asuntos clave como elecciones y condiciones.
Impulso
Petro, apoya los contactos entre ambas partes. Desde que asumió la presidencia, con ambos países retomando las relaciones diplomáticas, rotas en 2019 por diferencias entre, Iván Duque, y Maduro.
La reunión consolida el impulso generado por Petro, que junto el presidente de Francia, Emmanuel Macron, Alberto Fernández de Argentina, y la canciller noruega, Anniken Huitfeldt, se reunieron con los negociadores para retomar el diálogo.
Maduro, busca contactos directos con la administración de Biden, que envió delegados a Caracas en dos oportunidades.
Estados Unidos, sigue desconociendo a Maduro y considera a Guaidó como líder legítimo, pero expresó disposición a revisar sanciones, entre ellas, un embargo petrolero, en plena crisis energética. Mientras que Europa busca opciones y el gobierno de Maduro dice estar listo para enviar petróleo y gas.
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