En un nuevo capítulo en la guerra comercial transatlántica, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adoptó un tono conciliador hacia la Unión Europea, calificando como positivo la iniciativa del bloque de agendar reuniones comerciales.
Aunque, esta aparente apertura llega una vez la Casa Blanca advirtiera sobre la posibilidad de imponer condiciones unilateralmente si las negociaciones no fructifican en términos favorables para Estados Unidos.
La diplomacia impulsada por Trump, busca establecer acuerdos con el Comercio estadounidense, si no son capaces de llegar a un acuerdo entre las partes, Estados Unidos, reitera su postura de fuerza en materia de política comercial.
Estados Unidos parece dar marcha atrás sobre la amenaza de imponer aranceles punitivos del 50% a las importaciones de la Unión Europea. Un obstáculo momentáneo para los mercados financieros.
El contexto de las declaraciones, tanto Estados Unidos y la Unión Europea tenían programado un encuentro para limar asperezas y buscar puntos de convergencia.
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