Las tensiones entre Donald Trump y Jerome Powell tuvo un nuevo episodio, luego que el responsable de la Casa Blanca lanzara fuertes críticas contra la máxima figura del banco central, calificándolo de «tonto» y cuestionando su visión sobre la inflación.
El ataque llega una vez la Reserva Federal mantuvo sin cambios las tasas de interés, argumentando la necesidad de monitorear los riesgos de un posible repunte de la inflación y el desempleo. Trump, no tardó en expresar su desacuerdo a través de su plataforma de redes sociales.
Este nuevo enfrentamiento reaviva la independencia de la Reserva Federal y su papel sobre la política económica. Trump ya había criticado abiertamente a Powell, presionándolo para que bajara las tasas de interés y estimulara el crecimiento económico.
La postura de Trump contrasta con la visión de los funcionarios de la Reserva Federal, quienes suelen defender la autonomía del órgano monetario para tomar decisiones basadas en datos económicos y evitar la influencia política. La reacción de Trump, sin embargo, indica una polarización en el debate económico y la presión política a la que se enfrenta la Reserva Federal en un contexto de incertidumbre global.
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