Los precios al consumidor subieron con fuerza en abril en Estados Unidos por el aumento del costo de la gasolina y alquileres; la inflación subyacente sigue siendo fuerte debido al repunte de los precios de vehículos usados, garantizando que la Reserva Federal mantenga las tasas elevadas por un tiempo.
El Índice de Precios al Consumo subió 0,4 por ciento en abril, tras avanzar 0,1 por ciento en marzo, según informó el Departamento de Trabajo. En los últimos 12 meses hasta abril, el IPC tuvo un incremento de 4,9 por ciento tras subir 5 por ciento en su cifra interanual de marzo.
La cifra anual alcanzó máximo del 9,1 por ciento en el mes de junio, suponiendo el mayor aumento desde 1981, y perdió fuerza a medida que el incremento de 2022 en los precios de la energía fue desapareciendo de los cálculos.
Los precios de la gasolina subieron en abril, luego que Arabia Saudita y otros productores petroleros anunciaran nuevos recortes de producción. Los datos de inflación se conocieron luego del reporte de empleo, que mostró una aceleración en el crecimiento del empleo y salarios del mes de abril.
Ambos informes son vitales para los responsables de la Reserva Federal que se reunirán los días 13 y 14 de junio. El aumento de la inflación y resistencia del mercado laboral probablemente hará que el ente monetario estadounidense comience a recortar las tasas de interés en 2023.
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