Los subsidios a los combustibles le cuestan al Gobierno de México más del doble de las ganancias que obtiene el productor de petróleo debido al aumento de los precios de la materia, según proyecciones de expertos consultados por América Economista.
Probablemente los subsidios a la gasolina y diésel alcancen los 2.390 millones de dólares en el mes de mayo, en paralelo con el repunte de los precios de los distintos combustibles en el mundo, mientras que las ganancias por las exportaciones estatal probablemente alcancen unos 1.040 millones de dólares, según Antonio Martín experto petrolero.
Esto deja a la administración de AMLO con un costo fiscal cercano a los 1.350 millones de dólares solo en mayo, mientras buscan cumplir con la promesa de limitar los aumentos de los precios en el país.
El elevado subsidio ofrece mayores dificultades para mantener las promesas de López Obrador; sobre que los precios no aumentarían más que la inflación en su presidencia. Y va en vía contraría a las promesas de austeridad, luego de registrar superávits fiscales incluso en el punto más complejo de la pandemia.
México envía cerca de un millón de barriles diarios Japón e India. Además tiene seis refinerías en funcionamiento, y otra en Estados Unidos que contribuye a la refinación local. Aunque el objetivo de llegar a producir el combustible que necesita el país está sufriendo por la falta de inversión.
Los precios subieron hasta alcanzar máximos históricos en Estados Unidos, debido que las refinería pueden hacer frente apenas al repunte de la demanda tras mínimos registrados por la pandemia.
Desde 2018, López Obrador trata de evitar aumentos en los precios de los combustibles por el impacto que tendría en su popularidad. Recientemente, amplió la exención temporal sobre el impuesto IEPS que se aplica a la gasolina para contener los precios.
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