Lula da Silva, presidente de Brasil calificó de vergüenza mantener las tasas de interés por parte del Banco Central, renovando las críticas contra la entidad monetaria debido que considera que los costos de endeudamiento son excesivamente elevados.
El Banco Central de Brasil interrumpió el ciclo de relajación monetaria al mantener la tasa de interés en 10,50 por ciento, una decisión que fue unánime en el comité de política monetaria.
Lula da Silva dijo que un presidente no debe interferir en el comité de fijación de tasas de interés, pero cree que el pueblo de Brasil es el que más pierde con la decisión tomada por el ente monetario.
Agregando que la decisión del Banco Central fue invertir dentro del mercado financiero y en los especuladores. Argumentando que su gobierno quiere invertir en la producción.
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