La inflación sigue siendo un gran obstáculo para la economía en 2022, y amenaza con seguir subiendo, aunque se avisora que pronto alcanzará su punto máximo. Luego, su destino estará ligado a un declive gradual. ¿ El oro seguirá el mismo camino?
La inflación es un invitado no deseado en ningún país, y la alta inflación no esta dispuesta en la actualidad a abandonar ninguna de las economías en el mundo, incluso sigue mostrando signos de impulso.
Datos en Estados Unidos muestran que la inflación subyacente, subió 6,0% en los últimos 12 meses. Mientras que la tasa anual del IPC paso de 7,1% en diciembre al 7,5% en el primer mes del año 2022.
Registrando el aumento más grande en 12 meses para el mes de febrero desde 1982. Sin embargo, aquella época, Paul Volcker decidió elevar las tasas de interés en dos dígitos y la inflación bajo paulatinamente.
Este año, la inflación va en vía contraría, mostrando un potencial aumento, aunque la Reserva Federal dio su primer paso en el inicio de ciclo de ajuste. La estrategia para frenar la inflación llega en un momento crucial, con Rusia atacando a Ucrania y China mostrándose fuerte en el aspecto político.
Lo importante es que el aumento de la inflación posee una base amplia, con datos mostrando aumentos en el último año. La proporción de productos que vieron elevar su preció más de 2% subió al 60% con el inicio de la pandemia, en enero de 2022 esta cifra se ubica en el 90%.
Entonces, la pregunta que algunos traders en América Latina se hacen es ¿llegará la inflación al punto máximo o seguirá siendo un problema para el mundo?
Existen expertos encuestados por América Economista que piensan que, dada la expansión monetaria propiciada por la epidemia, aseguran que la alta inflación acompañara los mercados por los próximos dos o tres años, y más cuando las expectativas inflacionarias siguen subiendo notablemente.
¿Cómo afecta la solidez de la inflación para las metales preciosos?
La presión que ejerce la elevada inflación que vemos en la actualidad debería respaldar el precio del oro. Pero, probablemente comenzaremos a ver una desinflación, y el oro podría sufrir sus embate. La disminución de las cifras de inflación implicará una menor demanda de oro como cobertura y también tasas reales.
¿Se normalizará rápida o gradualmente? ¿o la inflación permanecerá en un nivel alto tras alcanzar el pico más alto? No se puede esperar una desinflación fuerte, por lo que probablemente el oro no entrará en un mercado bajista como el que vivieron inversores en la década del 80.
Otra interrogante pasa por saber si inflación pasará a una estanflación, para este momento la economía sigue creciendo, por no hay estancamiento hasta marzo. Aunque, es probable que el crecimiento pierda su ritmo y no sería descabellado ver tendencias recesivas entre 2023-2024.
La inflación debería ser elevada, generando un entorno interesante para oro. Por lo tanto, la inflación estaría en un momento difícil para hacerla retroceder, incluso si la inflación toca techo en un futuro muy cercano.
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