La inflación preferida por la Reserva Federal superó nuevamente las expectativas en agosto, manteniendo la presión sobre la Reserva Federal para que siga endureciendo su política monetaria.
El índice de precios subyacente para gastos de consumo personal, reflejo preciso sobre los patrones de gasto reales de los consumidores creció 0,6 por ciento en agosto, tras subir un 0,1 por ciento en julio.
Excluidos alimentos y energía, la inflación subyacente subió hasta 4,9 por ciento interanual, mientras que la inflación PCE general subió suavemente, con un aumento 0,3 por ciento, debido a la disminución de los precios de la gasolina, lo que llevó a que los precios de la energía retrocedieran 5,5 por ciento.
El gasto personal pudo mantenerse por delante de la inflación en agosto, creciendo 0,4 por ciento. Mientras que el cuidado de la salud registró un aumento significativo en el gasto, mientras que en el sector bienes duraderos siguió en su caída.
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