El riesgo de una alta inflación en la eurozona sube paulatinamente entre las proyecciones de los expertos, pero la presión sobre los precios podrían bajar antes de consolidarse en las expectativas, informó Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo.
Lagarde señaló los crecientes riesgos de inflación, abriendo la puerta a un aumento en la tasa aún en 2022 y manifestó que la reunión del 10 de marzo será relevante para tomar la decisión de qué tan rápido el organismo hará el esquema de compra de bonos, un obstáculo para los esfuerzos de estímulo.
La máxima responsable del BCE en su declaración opino que deben tener en cuenta que las condiciones de la demanda no muestran los signos de sobrecalentamiento que puedan observar en otras economías, además señaló que suben la probabilidades de que las presiones actuales sobre los precios suban antes de afianzarse, lo que permitiría cumplir con el objetivo del 2% en el mediano plazo.
Lagarde no se comprometió en ir a una dirección concreta, pero varios funcionarios argumentan que el primer paso debe ser acelerar la salida del esquema de compra de bonos, que debe extenderse al menos hasta el mes de octubre.
Los mercados valoran en 50 puntos básicos el aumento de tasas de 2022, pero expertos encuestados por América Economista son cautelosos, y algunos proyectan que el primer movimiento se verá finalizando 2022 o en los tres primeros meses de 2023.
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