La inflación en Brasil finalizó en 2022 con una fuerte desaceleración desde máximos de dos dígitos registrados durante todo el año, impulsado por las medidas gubernamentales y al agresivo ajuste monetario, pero no pudo cumplir con el objetivo fijado por el Gobierno.
El índice de de precios al consumo tuvo un alza de 5,79 por ciento en 2022, según la agencia de estadísticas IBGE, por encima del 5,60 por ciento proyectada por la mayoría de expertos en Brasil.
El índice subió 0,62 por ciento en diciembre, según las autoridades brasileñas, por encima del 0,45 por ciento previsto por expertos, y fue impulsada por el alza en los precios de los artículos de salud y cuidado personal.
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