Las economías emergentes fueron golpeadas duramente en 2022 por la mayor apreciación del dólar estadounidense en los últimos 20 años, una fortaleza que provocó salidas de capital, precios de importación altos y condiciones económicas restrictivas, según el reciente reporte del Fondo Monetario Internacional.
El organismo internacional afirmó que en su Informe anual muestra que el aumento del dólar en 2022 tuvo un impacto mayor en los mercados emergentes que en las economías avanzadas, debido a las tasas de cambio flexibles de los mercados avanzados.
El FMI señaló que por cada 10% de apreciación del dólar estadounidense, las economías emergentes sufrieron un retroceso en la producción del PIB del 1,9 por ciento en 12 meses, un escenario que proyectan que seguirá durante 2 años y medios.
El Fondo cree que el tipo de cambio real del dólar escaló 8,3 por ciento durante 2022, siendo el nivel más fuerte en los últimos 20 años, en un momento en que los aumentos de tasas de interés de la Reserva Federal eran impulsados para frenar la inflación, panorama que repercutió en las materias primas, que fueron igualmente impulsadas por la incursión de Rusia en Ucrania.
Gran parte de las economías emergentes sufrieron un empeoramiento de la disponibilidad de crédito, caída de entradas de capital, endurecimiento monetario y fuertes caídas en sus mercados bursátiles.
El FMI recomendó a los mercados emergentes avanzar hacia tipos de cambio flexibles mediante mercados financieros nacionales que reduzcan la sensibilidad de los préstamos a las tasas de cambio, y comprometerse a mejorar la regulación fiscal y monetaria.
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