La administración Biden anunció un plan para reducir emisiones de CO2 de las centrales eléctricas de Estados Unidos, el proyecto iniciaría a partir de 2030, el anunció fue muy esperado en el marco de los compromisos climáticos.
La nueva regla incluye obligaciones para centrales de carbón de captar sus emisiones, en vez de liberarlas. Una vez entre en vigor, la Agencia de Protección Medioambiental impondrá por primera vez restricciones a las emisiones de CO2 de centrales existentes.
Las reglas propuestas varían según el tipo de central, la agencia confía en las técnicas de captura y almacenamiento de CO2. La actual administración apuesta al desarrollo que se adoptara a la ley que incluye beneficios fiscales para las centrales eléctricas que utilicen esta reglamentación.
En la propuesta, las centrales a gas deberían usar turbinas de combustión, para la captación de CO2, además deben usar hidrógeno bajo en carbono.
Las nuevas centrales de gas deberían captar el 90 por ciento del CO2 para el año 2035, o usar hidrógeno bajo en carbono para 2032. Las reglas serán igualmente aplicadas para las centrales de gas existentes.
La capacidad anual de captación actualmente es cercana a 45 millones de toneladas de CO2, cuando las emisiones suben a 37.000 millones de toneladas por año en el mundo.
En 2022, 60 por ciento de la producción eléctrica de Estados Unidos viene de centrales de gas o carbón, según autoridades estadounidenses, seguidas de centrales nucleares y energías renovables.
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