La economía brasileña se enfriará durante 2024, según expertos económicos, en medio de la disputa entre el Gobierno y algunos legisladores sobre qué sector debería pagar los ajustes para cumplir con los objetivos presupuestarios de Lula da Silva.
El PIB creció en 2023, superando las expectativas debido a un mayor optimismo sobre los esfuerzos del ministro de Finanzas, Fernando Haddad, para rectificar los desequilibrios económicos de Brasil. Pero el panorama ahora es más heterogéneo.
El tema fiscal en Brasil sigue siendo el eslabón más débil, según Camilo Vanega, economista que además, advirtió sobre un posible aumento de los riesgos del mercado si el gobierno admite la realidad presupuestaria.
Probablemente el crecimiento de Brasil se desacelere a 1,6 por ciento en 2024, según los pronósticos de más de 50 economistas encuestados. Las previsiones para 2024 oscilaron entre 0,4 y 2,5 por ciento.
Las tendencias fiscales están empezando a causar temor, debido que los desembolsos para financiar planes sociales siguen aumentando más que los ingresos federales, a pesar de las iniciativas fiscales impulsada por el ministro Haddad.
Los mercados financieros mantienen la calma, debido que el real brasileño oscila cerca de 5 reales por dólar estadounidense. El real debería seguir cerca de este nivel por lo menos por un mes más mientras la actividad retrocede para la realización del Carnaval en febrero.
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