La economía brasileña se recuperó durante el primer trimestre desde el segundo semestre de 2023, impulsada por mayores inversiones privadas y demanda de los hogares en medio de un mercado laboral sólido, según oficiales.
Aunque los datos respaldan una perspectiva más optimista para la economía brasileña, persisten temores sobre el impacto de las inundaciones en el sur del país, que dejaron un rastro de destrucción y elevando los precios de los alimentos.
El PIB de Brasil creció 0,8 por ciento entre enero y marzo, ganando impulso tras una contracción del 0,1 por ciento en el trimestre pasado, según la agencia de estadísticas IBGE.
El crecimiento económico fue en línea con promedio previsto de 0,8 por ciento de los expertos, mientras que el aumento en la cifra interanual del 2,5 por ciento superó el crecimiento esperado.
La inversión empresarial fija mostró una recuperación, creciendo 4,1 por ciento en medio del ciclo de relajación monetaria impulsado por el banco central que redujo la tasa de interés en 325 puntos básicos desde agosto de 2023.
El gobierno de Lula da Silva elevó la proyección de crecimiento del PIB al 2,5 por ciento para 2024, mientras que el sector privado pronostica que la expansión será del 2,05 por ciento.
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