La economía de Alemania probablemente se contrajo durante el tercer trimestre, según Bundesbank, impulsado por el descenso de la producción industrial, retroceso del sector construcción y debilitamiento del consumo.
Alemania sufrió una recesión a principios de 2023 y registró un crecimiento plano durante el segundo trimestre. Estos datos probablemente convierte a Alemania en uno de los países con mayor debilidad en la Unión Europea.
La demanda externa de productos industriales es débil, según Bundesbank. Mientras que el aumento de los costes de financiación frenó las inversiones, deprimiendo la demanda interna.
Los costos de financiación crecieron bruscamente en los últimos 12 meses, debido que el Banco Central Europeo elevó las tasas de interés, con la esperanza de frenar la alta inflación en la región.
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