El banco popular de China recortó las tasas por segunda vez este año, pero expertos sospechan que hará poco para impulsar los préstamos en una economía que tiene mucho efectivo pero que carece de demanda de los consumidores y confianza empresarial.
El órgano monetario recortó la tasa de interés en sus líneas de crédito a 1 año y 7 días en 10 puntos después que los datos de julio mostraran un panorama económico sombrío.
Los precios de la vivienda han caído. La inversión inmobiliaria también disminuyó y la nueva construcción fue débil. Las ventas minoristas aumentaron 2,7 % en julio desde 3,1 % en junio, lo que indica una desaceleración en el gasto de los consumidores.
La producción industrial no cumplió con las expectativas en China. Las preocupaciones sobre nuevos contagios de COVID-19, temores sobre empleo y crisis de vivienda han pesado sobre la deuda corporativa y consumidores.
Los bancos chinos otorgaron 101.000 millones de dólares en nuevos préstamos en julio, menos de una cuarta parte de la cantidad en junio, según datos publicados por el banca popular la semana pasada.
La mayor parte del estímulo monetario y fiscal reciente de China se ha canalizado hacia el ahorro. Los hogares agregaron 1,52 billones de dólares en depósitos en la primera mitad de 2022.
En el mercado de valores, los préstamos de margen pendientes alcanzaron máximo de cuatro meses de 24.160 millones de dólares, mientras que los fondos mutuos de capital atrajeron 7.000 millones de dólares en los últimos dos meses.
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