Credit Suisse advirtió a su personal que sus activos están operativamente separados de UBS, pero una vez se realice la fusión, algunos clientes podrían trasladar activos a otro banco si la concentración genera preocupación.
La advertencia ofrece al personal de Credit Suisse un enfoque sobre varios temas para posibles conversaciones con clientes. En la misiva a los empleados, el banco señala que los activos siguen separados legalmente. Una vez, los clientes podrán, considerar el traslado de algunos de sus activos a otro banco.
El acuerdo diseñado por los reguladores suizos, señala que UBS deberá pagar 3.230 millones de dólares por Credit Suisse, y asumirá 5.400 millones de dólares en pérdidas.
Con la compra, UBS se convertirá en líder mundial en gestión de grandes fortunas. Credit Suisse pidió a sus empleados informar a los clientes que los planes de negocio se comunicarían en su momento.
El mercado siguen preocupado por los movimientos en Credit Suisse y el impacto que tendrá sobre los empleados, inversores y clientes.
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