Claudia Sheinbaum es la primera presidenta de México al conseguir una aplastante victoria, apalancándose en la popularidad del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque, heredar una violencia criminal rampante y déficit fiscal enorme.
La ex jefa de Gobierno de la capital mexicana y candidata presidencial, ganó las elecciones por un amplio margen de al menos 30 puntos, según el poder electoral mexicano. Sheinbaum y sus aliados obtuvieron dos tercios de la Cámara Baja y esperan replicar la victoria en el Senado.
Esta mayoría le otorgaría margen para aprobar cambios constitucionales. La nueva máxima responsable de México agradeció el reconocimiento otorgado por el pueblo mexicano para dirigir el proyecto de nación.
El reto ahora para Sheinbaum esta en no permitirse dejar agravar la crisis de seguridad pública actual. Estas elecciones fueron las más violentas de la historia moderna mexicana.
Sumado a una economía debilitada, Sheinbaum deberá encontrar igualmente una solución permanente para la estatal petrolera Mexicanos, la compañía del sector energético más endeudada del mundo.
Aunque ganó con un amplio margen, debe impulsar su agenda dentro del Congreso, las perspectivas de que el grupo liderado por Sheinbaum se convierta en una fuerza política aún más fuerte, sumado a la incertidumbre sobre si Sheinbaum llevará a cabo las controvertidas reformas al sistema judicial y electoral que AMLO buscó y no logró aprobar, tienen preocupados a los inversionistas, que preferirían que existiera una oposición fuerte que mantuviera el juego democrático.
Algunos líderes empresariales creen que Sheinbaum podría ser más amigable con el sector privado, y abierta a cambiar las políticas energéticas implementadas por AMLO. Sheinbaum probablemente seguirá los principios básicos que hicieron popular al presidente saliente, prometiendo ampliar programas de bienestar social.
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