Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, destacó que el endurecimiento de la política monetaria está logrando dar pasos hacia delante, aunque advirtió de que la lucha contra la inflación no está ganada todavía.
El Banco Central Europeo tiene un escenario en el que fijar las tasas de interés en niveles suficientemente restrictivos durante un tiempo necesario para lograr que la inflación vuelva al 2 por ciento en el mediano plazo establecido por el organismo monetario.
Lagarde apuntó la posibilidad de que se esté entrando en una era de cambios en las relaciones económicas, siendo un desafío importante para el BCE. De tal modo y dado que las políticas de los entes monetarios operan con retrasos, sin esperar que los parámetros del nuevo entorno queden claros antes de tomar una decisión, aunque los efectos sólo se comprenderán después de la implementación de medidas.
La francesa cree que la formulación de políticas en una era de cambios y rupturas necesita de una mente abierta y con voluntad de ajustar los análisis en tiempo real con nuevos desarrollos al tiempo que los bancos centrales alcancen un anclaje para la economía y garantizan la estabilidad de precios.
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