China ordenó a las agencias del Gobierno y empresas estatales sustituir todas las computadoras de marcas extranjeras por marcas nacionales en un plazo mayor a dos años, un esfuerzos para erradicar la tecnología extranjera dentro del centro de poder.
La decisión entra en la campaña desde Pekín que busca reemplazar tecnología importada por marcas locales, un esfuerzo destinado a reducir la dependencia de rivales como Estados Unidos, que van desde semiconductores hasta servidores y teléfonos.
La medida probablemente afectará directamente a HP y Dell. Mientras que la marca Lenovo generó ganancias del 5% en Hong Kong, y la marca Kingsoft avanzó 3,3%. La decisión de reemplazar a proveedores extranjeros busca poner fin a la dependencia de China de la tecnología estadounidense.
La iniciativa fue acelerada desde 2021, cuando el Gobierno facultó a una empresa para investigar y aprobar a proveedores locales en áreas sensibles.
El proyecto refleja las preocupaciones de Pekín por la seguridad en la información sensible, así como la confianza en el hardware nacional. Entre los fabricantes de servidores y computadores están Lenovo y Huawei.
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