El Banco Mundial sigue pensando que el crecimiento económico de China de 2023 será de 5,1 por ciento, pero recortó su proyección para 2024 al 4,4 por ciento desde el 4,8 por ciento previsto en abril, apuntando la persistente debilidad del sector inmobiliario.
Para Asia, el Banco Mundial recortó la previsión de crecimiento del PIB para 2023 al 5,0 por ciento, desde el 5,1% estimado anteriormente, según la reciente actualización regional semestral.
Para 2024, el organismo internacional redujo sus perspectivas regionales al 4,5 por ciento, desde el 4,8 por ciento, apuntando a factores externos como perspectiva sobre la economía mundial, elevadas tasas de interés y proteccionismo comercial.
Los primeros signos de mejora sobre China aparecieron en agosto, impulsado por la aceleración de la producción fabril y crecimiento de las ventas al por menor, mientras que se reducían descensos de exportaciones e importaciones. Los beneficios de las empresas industriales registraron un crecimiento de 17,2 por ciento en agosto.
El Banco Mundial, cree que la intensificación de las reformas estructurales, incluida la liberalización del sistema de permisos de residencia, que controla movimientos de la población interna, la mejor infraestructura de seguridad social y mayor previsibilidad para las inversiones en productos innovadores y ecológicos contribuiría a reactivar el consumo y la inversión.
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