Aerolíneas Argentinas, principal compañía aérea de Argentina, centra nuevamente las miradas del país, debido a los conflictos sindicales que genera grandes pérdidas a la empresa, en medio de quejas y un renovado debate sobre una privatización de línea aérea.
Centenares de vuelos cancelados y reprogramados, sumado a decenas de viajeros afectados, Aerolíneas Argentinas acumula pérdidas por 2,5 millones de dólares desde que los gremios de trabajadores hacen asambleas y huelgas por reclamo de una recomposición salarial por la elevada inflación que vive el país sudamericano.
Sin avances en los acuerdos salariales y pese a las sanciones aplicadas por la empresa a los trabajadores que promueven huelga, desde los sindicatos amenazan con profundizar las protestas con medidas de fuerza.
El Gobierno de Javier Milei decretó la esencialidad del transporte aéreo, obligando a los empleados a prestar servicios mínimos a pesar de los conflictos sindicales. Además, el gobierno tuvo que ceder en su pretensión de privatizar la empresa y la excluyó del listado susceptible a la Ley de Base.
Pero, el partido Propuesta Republicana, del expresidente Mauricio Macri, presentó recientemente un proyecto de ley para lograr la privatización de Aerolíneas Argentinas. Según el proyecto, desde la reestatización de Aerolíneas, el aporte para cubrir el déficit supera los 8.000 millones de dólares.
De acuerdo a datos del gobierno, al cierre de 2023 Aerolíneas Argentinas tenía un déficit de 392 millones de dólares. Con 84 aviones operativos. En 2023 transportó 13,8 millones de pasajeros.
Según datos oficiales, acapara un 62 por ciento de los pasajeros en vuelos locales, un mercado transformado por la política de cielos abiertos que impulsa el gobierno y en el que compiten con empresas de bajo costo.
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