Funcionarios monetarios del Banco Central Europeo se mostraron incómodos por la reciente evolución de la inflación cuando recortaron las tasas de interés al temer que cualquier retraso en el objetivo del 2 por ciento sería costoso, según las actas de la reunión del mes de junio.
El Banco Central Europeo recortó las tasas y señaló que es probable que exista una mayor relajación, aunque mantuvo abierto movimientos posteriores, dejando a los inversores especular si realizaran uno o dos recortes más en 2024.
Los responsables del Banco Central Europeo dejaron claro que no habrá cambios en la reunión de este mes de julio, debido a los elevados costos de los servicios, pero septiembre existe una posibilidad de recortar las tasas.
La principal preocupación del Banco Central Europeo es que la inflación siga siendo inestable para que pueda estar seguro que caerá al 2 por ciento a finales de 2025, como se prevé en la actualidad.
El crecimiento salarial sigue elevado en la Unión Europeo, sumado a la escasez de mano de obra incrementa el temor a que persistan las presiones sobre los ingresos, lo que podría perpetuar la inflación y situar el crecimiento de los precios por encima del objetivo del ente monetario.
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