Aunque la mirada está puesta en la reunión de septiembre, cuando la Reserva Federal probablemente recortará las tasas de interés, al menos algunos funcionarios del Banco Central de Estados Unidos estaban ansiosos por debatir sobre esta decisión en la reunión de julio.
El Comité Federal de Mercado Abierto, terminó esa reunión dejando la tasa para préstamos en un rango de 5,25 a 5,50 por ciento, pero algunos funcionarios acordaron cambios en la declaración de política al abrir la puerta a un recorte de tasas en la próximo reunión.
Esta expectativa se solidificó más con los comentarios de Jerome Powell, máximo responsable de la Reserva Federal, cuando señaló que si el órgano monetario viera que la inflación baja más o menos en línea con las expectativas, el crecimiento sigue fuerte y el mercado laboral se mantiene consistente, entonces un recorte de tasas podría estar sobre la mesa en septiembre.
El Departamento de Trabajo informó una marcada desaceleración sobre el crecimiento de las nóminas durante el mes de julio, y la tasa de desempleo creció a máximo pospandémico del 4,3 por ciento.
En julio, los funcionarios de la Reserva Federal acordaron varios cambios, suavizando la descripción sobre la inflación y diciendo que los riesgos para el empleo estaban a la par con los del aumento de precios. El modo en que se refleje el debate en las actas es clave y podría guiar el alcance y el ritmo de lo que parece ser un cambio hacia una flexibilización sobre la política monetaria.
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