Lula da Silva, presidente de Brasil volvió a la carga contra el presidente del banco central, luego que el organismo mantuviera las tasas de interés en máximo de seis años, sin sugerir una política monetaria más laxa en próximas decisiones.
El mandatario brasileño señaló que es como si todos tuvieran que ser cautelosos, excepto un hombre que parece conocer a los brasileños, refiriéndose al presidente del banco central, Roberto Campos Neto.
Lula criticó la política monetaria de Brasil desde el mes de enero, diciendo que los niveles de interés son absurdos, además serían incapaces de frenar la inflación y eleva el desempleo.
El órgano monetario mantuvo la tasa de referencia en 13,75% por sexta reunión consecutiva, mientras anunció que seguirá vigilante contra la inflación.
La inflación anual retrocedió dentro del rango de tolerancia ubicándose en 4,16 por ciento a principios de abril, el gobierno presentó en abril una propuesta para apuntalar las finanzas ante el Congreso, impulsando las esperanzas de recortes de tasas.
El proyecto de ley fiscal fue bien recibido por los mercados antes de sufrir una serie de modificaciones que despertaron temor sobre los planes impulsado por Lula, para aumentar los ingresos en 29.900 millones de dólares.
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